martes, 3 de mayo de 2011

2 DE MAYO- 24 HORAS DESPUÉS

Hacía ayer una rápida anotación en Facebook con el propósito de dejar constancia de las sensaciones producidas por el acontecimiento de la década: la ejecución por parte del ejército americano del terrorista universal-e islámico-Osama Ben Laden. Hablaba sobre la normal alegría de las gentes sencillas y de la tibieza demostrada por los tertulianos de referencia de la progresía patria, a quienes, tal y como yo sospechaba, parece que este éxito de los marines les ha molestado bastante. La tesis que alimento desde hace tiempo es la de que, una vez caído el Muro del socialismo, lo único que les queda a estos aprendices de revolucionarios en su patética lucha contra el Occidente que les hace posible vivir en libertad, es el azote de las hordas islamitas. No hay más que ver su aborregada alineación con los que ellos llaman "la causa palestina" contra Israel (la única democracia en aquella parte del mundo), y la manera en que recibieron la contundente acción contra un psicópata dictador-pero de izquierdas-como Sadam Husseín y el cariñoso apelativo concedido a los que estrellaban camiones de explosivos contra escuelas, mercados o comisarías de policía: resistentes. Esto y poco más colgué ayer en Facebook para que no se me olvidara, después, hablar sobre ello. Pero hay más cosas. Dos días antes, el 30 de Abril, sábado, asistí a la presentación de un libro cuyo autor es un vecino de mi pueblo de juventud: Alcalá del Júcar. He de confesar que me emocionó más de lo deseado el ver allí congregada a tanta gente conocida y, sobre todo, el discurso, transido de profundidad humana, del autor, cuyas tribulaciones existenciales conocíamos todos y que no son más que una lucha continua contra la propia y terrible enfermedad y el haber asistido, ya desde sus 50 años, a la desaparición de los seres queridos. Este novel autor-aunque en modo alguno, novato, tal y como se puede comprobar en su experta escritura-nos retrotrae a épocas ya pasadas que, sin embargo, configuran la pintura de recuerdos y vivencias que se refleja en el cuadro de nuestra existencia. También, como él mismo señala, es una mirada serena hacia el futuro. A mí, sin duda, la lectura de algunos fragmentos, me ha provocado un arrebato de creatividad y de humanismo intelectual que hacía tiempo tenía apartados en el cajón de los proyectos improbables. Valgan estas sencillas frases como tributo a Amador González Villanueva, quien supo apreciar también en su día el espíritu de mis composiciones. Un abrazo y adelante en esta nueva faceta tuya de escritor reconocido. Así mismo, creo que la ocasión merece la subida en este post de unas imágenes de Alcaká del Júcar tomadas justo antes de la irrupción de la primavera, cuando esta ya se intuía en las puntas de los chopos que se aprietan como verdaderos bosques a la orilla del río.



1 comentario:

  1. Ademas de escritor se está forjando un gran fotógrafo,día a día va dejando para la historia,bellas fotografías de Alcalá del Júcar y sus bonitos parajes y monumentos,yo a veces lo acompaño como su escudero en las gestas y retos que nos deparan la bonita Comarca de la Manchuela y en especial el pueblo mas bello de España Alcalá del Júcar.Saludos Amador del viajero en el tiempo Julogar..

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