Termina Septiembre y el primer embite de la gota fría mediterránea-fenómeno climatológico tan consustancial a estas latitudes-deja unos cielos limpios y una tierra recién lavada que invita a salir de paseo. Nos congraciamos así con la esencia de la campiña y la promesa de unos horizontes siempre dispuestos a obsequiarnos con el regalo de la Aventura: tan necesaria hoy en el decurso de estos tiempos políticos e inciertos. ¿Qué, si no, mejor que la tierra para aunar voluntades y acercar posturas de pensamiento? Me he cruzado esta mañana con Goyo y creo que es llegado el momento de obsequiar a mis amigos y a la gente buena que habita el mundo, aunque sólo sea con esta humilde imagen. Una panorámica que invita a la reflexión tranquila y a los buenos sentimientos para con tus semejantes: humildes moradores de la tierra. Quiero dejar constancia aquí que a pesar de las agrias polémicas que suscita el actual estado de cosas, respeto profundamente las posiciones intelectuales de personas comprometidas, sanas de conciencia y de corazón, como Goyo o Jose Antonio (inveterada amistad nos une por haber sufrido juntos); al final, sentado a la brisa de la tarde otoñal, enfriados los ánimos y superada la soberbia del intelecto, pienso que también el socialismo ha cumplido su papel en la Historia, que es cuestión de mantener un equilibrio entre la libertad, la iniciativa y la fortaleza de los Estados. Un abrazo a todos y un recuerdo especial para Jose, quien debe estar en el corazón de La Mancha terminando la vendimia.
Te agradezco de corazón que te hayas acordado de mí. Ya estoy de vuelta en el área metropolitana de Madrid. El clima ha sido nuestro mejor compañero de trabajo. Bajas temperaturas, poco sol abrasador, las nubes siempre protegiéndonos de los rayos del sol. Y el paisaje al que uno vuelve anualmente como si de un rito se tratara: mil gamas de verde, una paz infinita, tiempo para reflexionar, paz y una cierta tristeza por el incierto futuro que espera a los pueblos de La Mancha que desde hace unos siglos, se dice pronto, viven del cultivo de la vid y de la elaboración de vinos que después acaban en los stands de los hiper con orígenes falseados vía márketing.
ResponderEliminarDisculpa que no entre a tu invitación/provocación al post sobre "mitos" republicanos, eso nos llevaría a los mitos sobre la cruzada gamada de Franco.
Un fuerte abrazo. Me alegra reencontrarme con mi apreciado amigo.
Hola, Antonio:
ResponderEliminarBienvenido a la onda internáutica después de tu incursión laboral en el corazón castigado de La Mancha. La primera parte del comentario rezuma lirismo y amor por el paisaje finisecular de la patria. Sin embargo, para el lector despistado ajeno a nuestra inveterada polémica, señalo: los mitos del franquismo están sobradamente desmontados por el paso del tiempo y por la labor concienzuda de los historiadores comprometidos con la causa de la izquierda (quizá más militantes que profesionales). Segundo, toda la poderosa mitología de la República, aparte de protegida con uñas y dientes por los que le dan una importancia más que relativa a la Verdad y al Conocimiento, resulta increíblemente fácil de desmontar... sólo que hace falta mucho valor para sortear con éxito la lapidación intelectual a que te someten esos profetas de la tolerancia, el talante o la moderación.