miércoles, 30 de septiembre de 2009

30 DE SEPTIEMBRE


Pinar de La Calera, Lagunas estacionales y Alborea desde el Cerro de San Jorge. Un atardecer de Otoño del año pasado.

Termina Septiembre y el primer embite de la gota fría mediterránea-fenómeno climatológico tan consustancial a estas latitudes-deja unos cielos limpios y una tierra recién lavada que invita a salir de paseo. Nos congraciamos así con la esencia de la campiña y la promesa de unos horizontes siempre dispuestos a obsequiarnos con el regalo de la Aventura: tan necesaria hoy en el decurso de estos tiempos políticos e inciertos. ¿Qué, si no, mejor que la tierra para aunar voluntades y acercar posturas de pensamiento? Me he cruzado esta mañana con Goyo y creo que es llegado el momento de obsequiar a mis amigos y a la gente buena que habita el mundo, aunque sólo sea con esta humilde imagen. Una panorámica que invita a la reflexión tranquila y a los buenos sentimientos para con tus semejantes: humildes moradores de la tierra. Quiero dejar constancia aquí que a pesar de las agrias polémicas que suscita el actual estado de cosas, respeto profundamente las posiciones intelectuales de personas comprometidas, sanas de conciencia y de corazón, como Goyo o Jose Antonio (inveterada amistad nos une por haber sufrido juntos); al final, sentado a la brisa de la tarde otoñal, enfriados los ánimos y superada la soberbia del intelecto, pienso que también el socialismo ha cumplido su papel en la Historia, que es cuestión de mantener un equilibrio entre la libertad, la iniciativa y la fortaleza de los Estados. Un abrazo a todos y un recuerdo especial para Jose, quien debe estar en el corazón de La Mancha terminando la vendimia.

lunes, 28 de septiembre de 2009

TEMPORADA DE EXCURSIONES


Cabecera de los Campos de Hernán Perea desde la cumbre del Banderillas, a 1993m de altitud. Se ven hacia el Norte el Almorchón y el Calar de Las Palomas, otros dos gigantes de La Sierra. Semana Santa de 2007.
Hablar en este Blog ibañés de montañas tan genuinas y bravas como las que dan a luz los grandes ríos del Sur peninsular (Guadalquivir, Segura y Guadiana Menor) requiere, pienso, cierta explicación. Son tierras lejanas y diferentes: pues tras esta barrera de bosques y montañas la depresión natural que engendra Andalucía comienza su larga andadura hacia el Atlántico. El largo viaje hacia el corazón de Cazorla-Segura nos lleva a través de 250km de territorio por el libro abierto de la geografía aplicada. Llanuras, altiplanos, montes, ríos, amplísimas vegas donde ese extiende el olivar... Y el encanto de esos pueblos andaluces que ven, estáticos, con inventerada resignación el feroz paso de los días.
Casas Ibáñez ocupa una posición marginal dentro de la radicalmente homogénea unidad geográfica de La Mancha. Esto, para los coleccionistas de paisajes, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Entre las primeras se encuentra el hecho de que se trata una tierra de frontera. Las excelencias del monte valenciano y la inmensidad esteparia se dan la mano creando paisajes de discreta belleza a través de los valles fluviales del Júcar y el Cabriel. Desde luego, un terreno idóneo para la aventura: senderismo, bici de montaña, kayak... Y siempre la posibilidad de encontrarse con parajes de relativa espectacularidad: tollos, cascadas, reductos forestales primigenios, peñascos inescalados, farallones, ruinas, presas abandonadas... El incoveniente con respecto a las grandes montañas del Suroeste (Alcaraz-Segura-Cazorla) es la gran distancia que nos separa de ellas. La necesidad de cruzar de cabo a rabo la uniforme llanura antes de entrar en el mágico territorio de la montaña. Sin embargo, puede que este mismo incoveniente sea algo meramente subjetivo a merced de las prisas y los agobios de la vida moderna. ¿No acabo de decir que el viaje hacia las lejanas tierras de Andalucía es una bonita lección de geografía aplicada? Recorrer la Llanura coleccionando esos panoramas de fondos infinitos es como navegar por el mar..., siempre a la espera de la tierra de promisión, la isla transmutada en montaña que es justo hacia donde dirigimos nuestro sueño.

martes, 22 de septiembre de 2009

LAS LLUVIAS DEL FINAL DE VENDIMIA (II)


Red lagunar en el Arroyo de la Cañada. Proximidades del Pinar de la Calera, 4 km al Este de Casas Ibáñez. Octubre de 2008.
Esta mañana, precisamente, he hablado de vendimia; de lo que supone como señal inequívoca de llegada del Otoño y el esperado regalo de sus borrascas... Empiezo así esta última entrada de Blog porque acabo de llegar del campo, donde he estado ayundando a Felipe y su cuadrilla a vendimiar por espacio de una hora. Finalmente, el gigantesco acúmulo de nubes que se estaba formando sobre las montañas de Utiel y Requena ha terminado por descargar aquí. Pero esta tarde no era el cúmulo-nimbo solitario que se formó ayer justo encima de Casas-Ibáñez: se trata de un fleco lateral de la profunda borrasca que ha fijado su ciclónica actividad entre Baleares y el Cabo de San Antonio. De modo que nos hemos venido todos, yo he quedado bien y puedo seguir escribiendo al abrigo de este techo y los colores cálidos de mi despacho. ¡Qué ventajas nos ofrece la Civilización y esta vida de pequeño burgués tan denostada por marxistas irredentos! Puedes escribir lo que quieras y contra el que te de la gana que no te meten en la cárcel ni te deportan a Siberia.
Esto último me trae a la cabeza la pantomima de Juanes y Miguel Bosé en Cuba (y he aquí mi primera intervención de tono político en el Blog). Con vistosa muñequera de Nike (¿le habrán pagado por publicitar?), ropa cara y fresca y zapatillas de marca, estos dos adalides de la paz humana, le hacen el enorme favor al régimen de apaciguar por él a las masas aburridas, y tensas, por medio siglo de tiranía y mediocridad. ¿Habrán costeado ellos el concierto? ¿Habrán dormido en las miserables casas de los apartados, de los señalados, de los desahuciados por causa de la Libertad? Mucho me temo-cosa que no sorprende entre la progresía reinante-que el Hotel de seis estrellas que habrán tomado para toda su progre y artísitica troupe, habrá recibido más que nunca las visitas de los prebostes del régimen, muy preocupados por agasajar a estos insustituibles aliados. Habitaciones de lujo, servicio profesional y sumiso y productos de primera calidad... ¡Oh, dioses! ¿Vendréis en vuestros jets, también a mi país, a predicar la buena nueva del cambio climático?
Los paisajes, menos mal, no entienden de consignas. Se limitan a ver pasar con indiferencia la patética procesión humana de la impostura a través de los siglos. El pinar que los últimos doscientos años ha resistido el viento y la arena es cortado sin piedad por el agricultor codicioso; la colina de piedra desnuda que asoma como un cachalote sobre el océano de la campiña es reducida a escombros por ese constructor al que se le concede una licencia de explotación de cantera... Pero el viñedo de hoy puede ser un erial mañana, los sembrados de cereal son arrasados por la inundación o el granizo, las calles levantadas y los puentes hundidos. Cierto más que nunca que necesitamos un renovado compromiso con la tierra que nos sostiene, pero ¿no es precisamente esto el progreso tecnológico? ¿Obtener más de lo escaso sin causar el menor trastorno? Si volvemos a la jaima o a la selva (utopías peligrosas que anidan por esas cabezas progresistas: le llaman decrecimiento), adiós a todas las conquistas que el desarrollo económico ha supuesto para toda la Humanidad. Adiós a la Justicia, a la Libertad, a la Información, a la Educación y a una Sanidad al servicio del ciudadano. Adiós a las oportunidades de mejorar uno mismo por su solo esfuerzo y con su sola inteligencia.

LAS LLUVIAS DEL FINAL DE VENDIMIA

También aquí, cuelgo una foto del Otoño pasado. Llovió tanto y tan seguido que para el mes de Diciembre las estaciones meteorológicas locales habían registrado ya unos 400mm de lluvia; es decir, la cantidad normal de un año hidrológico (de Octubre a Septiembre del año siguiente). De manera que ya el primer mes de lluvias se formaron estas lagunas que véis, un km más allá, en dirección Este, del pinar de la Calera, ya en término de Alborea; población que se puede observar en la foto. Corre por esta vaguada la estrecha línea de carrizos del Arroyo de La Cañada, otrora un regato de aguas permanentes que nacía en medio del campo, al Oeste de Casas Ibáñez. Hoy es únicamente alimentado por las aguas sobrantes-y espero, tratadas-de la depuradora y, lo he podido observar, algún afloramiento intermitente del nivel freático de las aguas subterráneas.
Este Otoño apunta las maneras del anterior. Después de un verano excepcionalmente tórrido y seco-creo que no ha caido una sola gota en tres meses-es ahora a mitad de vendimia cuando han comenzado a pasar las tormentas en sus predecibles viajes siguiendo el curso de los ríos Júcar y Cabriel. Los cúmulo-nimbos que ferozmente se forman entre las Sierras de Alcaraz y Albacete terminan, empujados por el viento, descargando su aparato y su paciente cosecha de humedad concentrada sobre la arrasada faz del altiplano. Otros días, se forman en el Nordeste; sobre Requena y los montes de Utiel. Aunque estas son más peligrosas, pues suelen degenerar en granizadas destructoras...
Son los últimos días de Septiembre y la vendimia está a punto de terminar. Comenzó aquí antes de la Feria de Albacete y, con las lluvias y el frío nocturno, el paisaje se ha transformado ya en puro y genuino Otoño. De hecho, ayer mismo, días 21, entró oficialmente la nueva estación. Ya no ardo y me fatigo en la insoportable sequedad pulverolenta de los caminos cuando salgo a correr. Ahora me puedo permitir el lujo de concentrarme en el paisaje y de respirar el airefresco y húmedo que huele a vino y al tomillo de las colinas de la vaguada. En verdad ha sido un verano terrible.

martes, 15 de septiembre de 2009

LA FRONTERA DE LA LLANURA



La toponimia local designa como "Ceja" o "La ceja" al nítido corte que el cambio brusco de relieve, el hundimiento hacia el curso del río Cabriel de la llanura manchega, dibuja en el altiplano donde se asienta Casas Ibáñez y su campiña orlada de viñedos y pinares. Este marcado talud, cabecera de barrancos, se interrumpe en una meseta intermedia ocupada por tierras de labor, caseríos y monte bravo antes de volver a caer hacia las mismas orillas del río, el cual baja encajado entre montes-aunque sin forzar un desfiladero como el de las archi conocidas Hoces-hasta adentrarse en tierras valencianas en la Hoya de Cofrentes... Bravío territorio donde entrega sus aguas al Júcar. La foto está tomada desde El Puntal Tollo, vértice geodésico y punto de vigilancia forestal en término de Casas de Ves, la pasada primavera... Aquí terminan los campos y comienza el monte genuino y duro. Se observa la hoya que crea el Cabriel en el segundo plano y, muy al fondo, los perfiles de las Sierras del Tejo, Malacara y Martés. Detrás de mí, hacia poniente, los viñedos y los sembrados se extienden hacia el centro de la Llanura.

lunes, 14 de septiembre de 2009

EL OTOÑO INMINENTE



panoramica del pinar de la calera, alborea y la sierra de martés al fondo. Cerro de San Jorge-mirando al Este.

El pasado otoño (2008) nos sorprendió con una abundancia de lluvias que no cesó hasta bien pasada la Navidad y el 2009. Para Diciembre ya se habían recogido en las estaciones meteorológicas de la zona lo que cae en un año normal; es decir, alrededor de 400l/m2. Esto provocó el surgimiento por los rincones olvidados de la campiña de verdaderas redes lacustres que atrajeron el paso de las ánades reales, garzas y demás aves migratorias aficionadas a las lagunas. De modo que tuve ocasión de hacer unas buenas fotografías que colgué en Google Earth y Panoramio, además de contemplar el majestuoso vuelo de estos pájaros. Los caminos se llenaron de barro y, como podéis contemplar en la foto, el verdor de la hierba cubrió lo que sólo unas semanas antes fue tierra abrasada, amarilla y yerma.

CONFINAMIENTO (N+1)

                                                            WEBCAM JAVALAMBRE   Imagino que a estas alturas decir, titular... utilizar la p...